Mirar el aroma
solar trasnochado
De los ojos
ciegos rojos del destino
Mirar que su
sombra continúa
Cuando el día
retoza por el mundo
Buscando
alternativa
Para las últimas
palomas que no pudieron
Dormir tranquilas
en su noche
Mirar como el
universo me toca
Y me lanza sin
piedad
A su belleza que
desciende
De un
espeluznante sueño
Mirar como
desértico él enrosca
En un pétalo y
brota
Como dormitada
estrella del rocío
Al emancipar yo
En el albedrío de
su mente
Mirar al cosmos y
seguir mirando
Después de
esconder
El verde cristal
de su herida
Que escapa de la
osamenta
Mutante de una
espina
Mirar como la
noche es tallo
Que odisea en las
hojas de un olivo
Mirar que luego
recluye en paz
Su estatua
belicosa
Revuelta en un
calvario inmaculado
Donde pensadores
aceptan la ilógica
Mirar al antaño
de mi porte
Sostenida por una
idea de Descartes
"Si
pienso..., en efecto..., existo “
Pero entonces...
"¡Si deliro…
también existo...!"
En el volumen de
la soledad
Como la traducida
bruma de sangre
Que derrumba de
pirámides
Sí… ahora afirmo
que deliro
Para mirar que la
distancia es un astillero
Donde reparamos a
la barca del olvido
Mirar al mundo
sin pintura
Examinando por el
suelo plumas
Mirar sin mirar
Sin la naturaleza
de su penacho
Mirar al mundo en
sus trastornos…
Límpidos de la
carne enferma
Y mirar mirando a
los huesos del paraíso
Disgregándose en
muchas
Inexpandidas alas
del raciocinio
Mirar como la
noche heraclida
En las arenas
movedizas de la abstracción
Cercena la
palidez de los caídos en otra estancia
En la nómada
crueldad
Que afirma su
neurona dentro de un vacío
Para convalidar
la otra dimensión
Que no puede huir
de lo equívoco
Mirar que lo
corporal destaja
Antiguos gozos de
la dicha
En las calles
transversales
De una mancha
eterna saturada
De pozos
relativos
Entornando con
podredumbre su desgracia
Porque rezan
automáticos los muertos
Por el canto frío
de una estrella
Que dormía para siempre en sus sueños
Que dormía para siempre en sus sueños
Mirar la médula
de la melancolía
En la fractura de
tus huesos
Mirar que no se
puede extraer
El odio de sus
nervios
Mirar como el
amor
Colgó su gota de
sangre
En la fisura de
tus labios
Que al final era
la quilla de una nube
Llena de un odio
maternal
Mal situada
tormenta para un rayo
Cuando tu madre te obsequió
Un grandioso amor con su último beso
Cuando tu madre te obsequió
Un grandioso amor con su último beso
Mirar que los
círculos lanzan
Harapos al centro
Debido al
atardecer que separamos
Por el delito de
los tiempos
Al balancear la
tristeza de la tarde
En la cuerda del
desequilibrio
Que no afloja y
encierra en silencio
Como principio de
equivalencia
Para la perfecta
anarquía del caos
Gotas de lluvia en las cosas
Gotas de lluvia en las cosas
Mirar que la
serpiente emplumada
Naufraga en la
epidermis
Y desprende de
nuestro ser
Donde jamás
queremos mirarnos
Al final somos humo usado en nuestro espejo
Al final somos humo usado en nuestro espejo
Mirar que el
corazón
A pesar de ser un
ave de hermoso plumaje
Somos capaces de
sacar sus ojos
Sacar una por una
las plumas
Y clavar una por
una en la piedra filosofal
Todo destruye por el mal
Todo destruye por el mal
Mal supuesto mal
entendido
Mirar que el
corazón nos late al otro lado
Mirar y seguir
mirando
Para no hacer
nada por el caso
Con gusto
partirlo en mil pedazos
Para mantenerlo
vivo en los mausoleos del olvido
Y hacer de él la
bestia inmortal
De un insatisfecho egoísmo
De un insatisfecho egoísmo
Que bebió incluso
de nuestro propio brebaje
La inocente sangre tuya
La inocente sangre tuya
Que al crecer en
ti
Por su inconveniencia la mataste
Mirar y seguir mirando
Y no hacer nada por el caso
Mirar y seguir mirando
Que la injusticia
Toma a las víctimas con sus garras
El éxodo y en estos
Mares de hambre de aguas saladas y bombas
Mueren sin nombres tus... nuestros hermanos
La estirpe desgracia humana
Los hombres.
Por su inconveniencia la mataste
Mirar y seguir mirando
Y no hacer nada por el caso
Mirar y seguir mirando
Que la injusticia
Toma a las víctimas con sus garras
El éxodo y en estos
Mares de hambre de aguas saladas y bombas
Mueren sin nombres tus... nuestros hermanos
La estirpe desgracia humana
Los hombres.
1 comentario:
contemplar el curso de las raíces del dolor a través de una imagen etérea y a la vez tan sólida. Abrazos estelares compañero.
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