Me dirijo a usted
Calavera de la profundidad…
Disculpe su señoría
Faltándole a los respetos
La sorprendí desnuda…
Las figuras de luz hacen de mí
Un reflejo ingrato…
En forma especial
Cuando a usted la descalzo… señora y
Y la sonrisa de su destino
Parte por la mitad como un tentáculo.
Usted parece que no tenía pies.
¡Pero qué señora sobre mi pecho!
Retoza sin tener conocimiento
De lo que hace…
Ni presta atención cuando me toca...
Y por supuesto
Revuelca majestuosa en mi cuerpo...
Quién lo diría
Que la oscuridad de su orgasmo
No satisface... pues hizo
La negra matrona hermafrodita
Nidos obscenos de ella
De quién no lo sé... es razonable...
Después de tanto desmande.
Y aunque yo le ofrezca un azul despejado…
No cambia no cambia de parecer
Obtengo exclusivamente…
Los contados años de su carne
Que van a parar a los testículos…
Disculpe que soy un malcriado
La sexualidad es el único impulso
Que impulsa al astronauta… pues
Anheló conocer el otro lado de su luna
O al cavernario que un día… ocurrido
Y cargado de testosterona
Partió en dos la testa de otro
Fascino a toda la cipe la textura sabor
Y en ritual propuesto para la eternidad
La masa encefálica fue un festín
Todos aspiraron la mayor fertilidad de usted
Para salir de su profundidad señora
Ya que matrimoniamos con usted
Sino... nadie pondría a trabajar
Para sostener su vicio
Y mantenerla hasta el final de los siempres.
Vaga reina de las esquinas.
Y multiplicó sutil el tono de comando.
Usted me estorba
¿No lo entiende?... baje de mi lecho
Si me permite hablar de un idioma... ¡Ya!
Déjeme soñar de lo que no está enterrado
En la superficie de sus huecos
Yo… ya me viré la cara señora
No deseo más
Mirarme en su espejo
Que quita el maquillaje
Que me impuso a la fuerza
La voluptuosa sensualidad de su semblante...
Y me da asco mirar
Como el hoyo de su fina palabra
Insulta… pero no cambia.
Obsequie mejor una mortaja para cobijar
Pero no!...
Tu sotana mejor para morir de frío.
Dirija a la puerta profundidad... pero
Eso sí... y si no quiere
Deje por lo menos una escalera
Para subir por su manto negro… ¡déjeme ya!…
¡Y dame tres clavos maldita sea!
Para clavarte
Al sur de los cuatro vientos
Quiero salir de tu establo
Quiero abandonar a tus siete caballos
Espero que no regresen los jinetes que los montaron.
Dame un espacio en tu utopía...
Secuestra en tus substancias y secuencias
Al final podía y te tuteé
Allí seré el más libre octavo éxtasis de tu ser.
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